Estoy asqueado de la sociedad en la que me ha tocado vivir. No hay valores, no hay principios, no hay lecturas...
Toda la gente con la que he estado esta tarde me ha hablado de la "liberación" de los marineros del "Alakrana" y, claro está, he dado mi opinión.
Con TODOS los que he hablado, daban por supuesto que si hubiera sido un familiar mío el que estuviera secuestrado, yo pediría que se pagara el rescate. NADIE llegó a entender mi oposición a pagar. No esperaban encontrarse con semejante actitud.
Claro está que ninguno de ellos había oído hablar de Guzmán el Bueno. Uno dijo que su madre vive cerca de "esa calle", pero incluso después de escuchar la historia de este personaje, puso en duda la veracidad del episodio.
No he podido menos que ilustrarle -veía que no era cuestión de refrescarle la memoria, si no mas bien de enseñar- sobre Moscardó. No querían escuchar. Para ellos yo era un loco, un personaje de novela, o peor, que les estaba vacilando. Por su actitud de perplejidad me pregunto si me habrán creído.
Cada uno actúa como le viene en gana, pero también cada cual tiene sus referentes. Los míos ya los sabéis.
Se les lleva metiendo en la cabeza a los españoles, a marchas forzadas y desde hace años, que "lo inteligente", "lo práctico" es, ante un problema, no combatir (si acaso, buscar sucedáneos del combate como son las manifestaciones o los manifiestos y otras bobadas por el estilo) y bajarse los pantalones cuanto antes.
ResponderEliminarBasta con recordar cómo reaccionaron muchos cuando el actual presidente del gobierno nos anunció que se le había ocurrido la genial idea de postrarse de hinojos ante ETA.
Y muchos de los que lo criticaron, lo criticaron por que era "de los otros", porque cuando "sus líderes" se bajan los pantalones un día sí y otro también (ante los socialistas, además) te lo justifican con una palabra mágica: "estrategia" (cuando lo hacen los socialistas, es hipocresía y cinismo, cuando lo hacen ellos, es "estrategia").
No me extraña que duden de la existencia o la veracidad de episodios como los protagonizados por Guzmán el Bueno o el general Moscardó.
Claro que, para protagonizar episodios así, es necesario creer en algo más grande e importante que uno mismo(Dios -y, por tanto, la Vida Eterna- y la Patria). Si no crees en nada más importante que tú mismo, lo único importante pasa a ser conservar el pellejo (o "tus juguetes" y posesiones) a toda costa (hasta a costa del de tu hijo, como hacen muchas mujeres).
Tienen así a todos los españoles psicológicamente castrados, como ovejas listas para ser llevadas al matadero. Para que den por buena cualquier barbaridad, basta con amenazarles con otra barbaridad aún peor.
¡QUE RAZON TIENES MUSEROS! SE me riza el vello y me saltan las lagrimas con tan sensatas palabras.
ResponderEliminarAl menos aqui se permanece al margen de la galopante pandemia de meningitis que asola este pais.
Hay quien resiste!
"Hay quien resiste!"
ResponderEliminarNo hay mas cojones, de otra manera engrosaríamos las filas de los "felices".