CLAUDIO COELLO

Hastiado del panorama político, llevo unos días con poca disposición a sacar el bisturí y diseccionar los acontecimientos que están llevando a España a ocupar el puesto de pestilente almorrana mundial. Se piden elecciones anticipadas para sacar a ZP de la Moncloa. ¿Para qué?. Esto no tiene vuelta atrás. Es mas, en las próximas elecciones creo que voy a votar al PSOE, para ver si sale y así acelerar los acontecimientos. Prefiero el traumatismo antes que la larga agonía. El traumatismo puede provocar la oportuna reacción popular.

Lo dicho, cansado de tanta miseria, me he cuestionado si no sería de provecho que adquiriera un poco de cultura.

Soy madrileño, vivo en Madrid y voy de un lado a otro de mi ciudad ignorando quienes son los personajes que dan nombre a las calles de mi ciudad. Así que me he propuesto compartir con vosotros lo que vaya aprendiendo. Será poco más que un corta-pega, sin pretensiones, pero me servirá para no ir de borrico por la vida. Quizá me quede igual, pero lo intentaré.

Todos sabemos que Carrero Blanco fue presidente del Gobierno de Franco hasta su vil asesinato el 20 de diciembre de 1973 en la Madrileña calle de Claudio Coello. ¿Quién era Claudio Coello?.

Claudio Coello, (1642-1693), fue pintor, madrileño de la escuela barroca madrileña.
A la muerte de Carreño de Miranda, el puesto vacante de pintor del rey fue ocupado por Claudio Coello. Había estudiado en Italia durante su juventud, lo cual le hacía ideal para el gusto de la Corte. Realizó una de las joyas del barroco ilusionista español, la Sagrada Forma, en la sacristía de la iglesia nueva de El Escorial. Este enorme lienzo se podía elevar o descender, como un enorme telón, dejando al descubierto en los días más señalados el sancta sanctorum que se ocultaba detrás. La pintura de Coello combinó el ilusionismo con el más estricto realismo, especialmente a la hora de plasmar retratos. Esta capacidad la había aprendido de su predecesor, Carreño. Además podía combinarla con un espléndido colorismo, aprendido durante su estancia en Italia y a través del estudio de los venecianos presentes en las colecciones reales desde el siglo anterior, en especial con la obra de Tiziano. Al final de su vida fue desplazado por el italiano Lucas Jordán, quien le sustituyó al frente del gran proyecto decorativo para El Escorial.