viernes, 5 de noviembre de 2010

GRACIAS AL 20 - N

Ya estamos en noviembre. El mes del "20-N", que según nos cuenta Álvaro Romero en su Ballena alegre, "mes "nuestro" por Historia, pero mucho me temo que solo lo usaremos para montar nuestros tenderetes, en la Fiesta del facherio, para ganar algunos eurillos con los fachas, para un año más seguir desprestigiándolos y decirles que son los equivocados con toda esta historia".

Recuerdo las aquellas gigantescas concentraciones del 20-N a principios de los 80. Realmente era abrumadora la cantidad de gente que se congregaba en la Plaza de Oriente, que años después, por imperativo legal, se pasó a manifestación desde Colón hasta San Juan de la Cruz. De aquello hace ya casi 30 años.

Hoy día, los actos de homenaje a Franco y José Antonio congregan, desde hace algunos años, a muchísima menos gente que antes.
Noviembre viene marcado por el 20-N y el 20-N marcó mi vida.
Desde esos principios de los 80 acostumbraba a no perderme ningún acto del 20-N. Subía a las misas del Valle de los Caídos del sábado por la tarde y, a la salida, ya de noche y bajo "la Piedad", con un frío que pelaba, se apelotonaba la gente cantando mil y una vez el Cara al sol, flameaban las banderas, se gritaban consignas alusivas al Rey y su familia, se decía aquello de "Tejero, Miláns, honor y libertad", "Franco, Franco, Franco..."...ya sabéis.

El domingo por la mañana a la manifestación a escuchar a Girón de Velasco, a Blas Piñar, etc...

Algún año tocó correr delante los grises.

También solía ir a la despedida de la "marcha de la corona". De Moncloa veía yo salir desfilando a los falangistas con sus banderas y estandartes. Y a hombros de cuatro falangistas la parihuela en la que portaban la corona de laurel para José Antonio.
El caso es que tras muchos años de verles marchar, hace seis o siete años decidí apuntarme a la marcha. Aquel año partía del monumento a los caídos del Cuartel de la Montaña. Nada de camisa azul. Buenas botas y calcetines gordos. Bien abrigado por el frió que pudiera hacer.

Durante la marcha me enteré que se hacían relevos cada ciertos kilómetros, pero decidí hacerla entera sin descanso.
Aquella fue mi primera marcha de la corona. Este año será la séptima vez que la haga.
Animo a todos los que tengan disposición que se apunten y vengan. La experiencia es indescriptible. La noche es larga y la marcha, en silencio, bajo las estrellas, hacen que el autentico camino sea hacia el interior. Da tiempo a viajar, no sé si hacia la propia mente o al corazón, pero cunde la reflexión, la afirmación del ideal, preguntarse el por qué de la lucha en azul mahón, reconocer la figura de José Antonio...¡33 años!, ¡Apenas un chaval!. ¡Joder qué ejemplo de vida!. ¡Joder qué ejemplo de muerte!. José Antonio dio su vida por España. ¿No habría que hacer un pequeño sacrificio en su memoria?.






El romanticismo de la noche, el caminar al paso de marcha en formación, el frío que cala hasta los huesos, el sueño, el hambre y el cansancio hacen de "La marcha" el mejor homenaje a José Antonio.

No hay mejor premio a las penurias del camino que escuchar misa en El Valle de los Caídos. Yo, que hasta esa primera marcha pisaba poco las iglesias me reconocía como cristiano, sí, pero "de la secreta". ¿A misa? para la boda de algún amigo o bautizo de los sobrinos. Nada más. Sientate, levantate, santíguate, vuelvete a sentar... . No me sentí jamás atraído por lo que entendía una congregación pre-vermouth

Al llegar al interior de la Basílica aquella primera vez, me encontré delante de la tumba de José Antonio, haciéndole guardia en un relevo. En esto que la misa empezó y me dirigí a un banco.
Para los que no hayáis ido a la misa que celebran, cualquier domingo, los mojes benedictinos en la Basílica del Vale de los Caídos, no os desvelaré nada, pero llegó a impactarme. Me embargó la emoción. Sentí la presencia de Dios.






Pensé que mis sensaciones se debían a un posible bajonazo del azúcar o de la tensión tras el esfuerzo de la noche, La paz y la relajación que sentí me sobrecogieron.

Decidí no volver en un tiempo y un domingo, pasados un par de meses volví a una misa dominical y... la misma emoción de embriagadora espiritualidad que no alcanzaba a sentir en la parroquia de mi barrio.
Es por ello que seis años llevo yendo cada domingo a misa a la Basílica del Valle de los Caídos. Claro está que este tiempo ha sido suficiente para entablar relación con algún monje de la comunidad benedictina que, sin proponérnoslo así, ahora ejerce de consejero en lo espiritual y en lo personal.


Allí he aprendido el valor del sacramento de la confesión, el valor de la oración y la comunión.


Es el día de hoy que a menudo me emociono tras comulgar. Me consta que no soy el único y es que ¿Cómo puede haber alguien tan bestia que quiera acabar con el Valle de los Caídos?. ¿Cómo es que quieren hacer desaparecer algo tan bonito, tan sublime y enriquecedor del alma?


Lo que está aconteciendo en el Valle, con su cierre, con el intento de destrucción de "La Piedad", sobrepasa el ámbito de la política. Es una lucha entre el bien y el mal. El maligno, encarnado en J.L.R. Zapatero no soporta la presencia de la CRUZ. Se le revuelven las tripas con la contemplación de ESA CRUZ. La más grande. La del Valle de los Caídos.

Sospecho que poco o nada tiene que ver la memoria histórica o Franco o los símbolos del franquismo. Aquí lo que quieren es hacer desaparecer esa inmensa cruz que se alza al cielo en plegaria por el eterno descanso de TODOS los caídos en la guerra civil española.
La verdad y el bien siempre vencerá a la mentira y al mal.

Ten cuidado, Zapatero. Ten cuidado, porque no te estás enfrentado al franquismo, ni con la Iglesia siquiera. Te estás enfrentando a Dios. Continúa con tus apocalípticas acciones y "el Valle será tu cruz".

Me quedan quince días para emprender un nuevo peregrinar bajo las estrellas. Un año más de sacrificado homenaje. Me prohibirán acceder al recinto pero lo que no me van a poder quitar jamás es mi oración por Franco y José Antonio.

Así fue cómo el 20-N cambió mi vida. Ahora todo tiene más sentido.



7 comentarios:

  1. Mágnífica entrada. El tiempo pone a cada uno en su lugar, tengamos esperanza en eso. Zapatero está condenado a pudrirse en el infierno desde hace mucho.

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  2. Gracias por la reseña,Rafa y por supuesto de acuerdo total con el articulo,como casi siempre

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  3. que maravilla la marcha de la corona, siento pena y frustracion, porque creo que pueda ver el valle de los caidos,camaradas, estos rojos nos lo van a dinamitar, y la pena, es que no podemos defenderlo.

    emocionante articulo rafa. saludos a todos

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  4. Me permito este "robo",camarada:
    http://www.laredgualda.com/wordpressmus/?p=22634

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  5. PODRÍAS INDICARME EL RECORRIDO PARA VEROS PASAR ????

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Rafa España YA NO publicará todos los comentarios.
Así que ten cuidado con lo que escribes, me reservo el derecho a dejarlo expuesto para escarnio.