martes, 2 de agosto de 2011

MIS VACACIONES

A Mari Pili se le hace larga la mañana. Cronometra su jornada laboral. No es que sea holgazana, es que no tiene nada que hacer. Lo tiene todo hecho.




Mari Pili es la encargada de la agencia de viajes y ya ha repartido todas las habitaciones de hotel, todos los vuelos y todos los cruceros que le han venido a pedir.


Charlando con Mari Pili me comenta que el Caribe es uno de los destinos más solicitados. Riviera Maya, República Dominicana, Cuba...


No digo que no sean bonitas ese esas zonas del mundo, sus playas tienen que ser estupendas, el clima debe ser maravilloso y los hoteles confortables.


No somos escandinavos o polacos que para tener todo eso tenemos que salir de nuestra patria. Digo yo que el que busque sol y playa lo puede encontrar en España. En Canarias tenemos siete islas, cada una con un paisaje distinto, de infinitas playas, exuberante vegetación, delicioso clima estable y parques nacionales de variadísimos paisajes.


No hace falta entonces cruzar el charco para mojarte el culo en sitios donde además no puedes salir del complejo hotelero porque peligra tu integridad, donde el hielo del refresco te puede dejar sentado en "el trono" una semana retorcido de retortijones, donde, según la época del año que te acerques por allí, un huracán te hace pasar un par de días en los sótanos del hotel, donde la asistencia sanitaria es más que dudosa y donde te dejas los cuartos para alimentar el régimen comunista de los Castro.


Este verano he tenido la suerte de no poder hacer coincidir mis vacaciones con las de mi mujer, por lo que los diez días que tengo los pasaré....¡en casa!. (¡Putamadre!).


Cuando por la mañana se marche mi mujer a trabajar me quedaré en mi cama un rato mas. Prepararé el desayuno mío y de mis dos hijos y me lo tomaré en mi casa. Cuando me dé el apretón, me sentaré en mi trono, (Un punto monárquico).Bajaremos un rato a la piscina de casa y charlaré con mis vecinos.


A las tres y pico vendrá mi mujer y comeremos los cuatro juntos. Siestecilla en mi sofá, una buena peli, un buen libro y por la tarde saldremos a disfrutar de la enorme oferta que tenemos en Madrid.



Esquiar en las pistas del Xanadú, ver los bichos del Safari Park, montar en kart en el Carlos Sainz, hacer tirolinas y puentes tibetanos en los "aventura Amazonia", rutas en piragua en las hoces del Duratón, emociones en los parques de atracciones, palomitas en el cine, espectáculos de magia en las muchas salas de espectáculos, ruta montañera por la pedriza, jornada cultural a cualquier museo o centro, como el CaixaForum, baños en el "Aquopolis", visitar la casa del Generalísimo en El Pardo o volar en velero en los aeródromos de Ocaña o en Santo Tomé del Puerto . (visitar enlace).



Y para descansar, volveré a casa donde tengo una nevera que tiene de todo para tomarme lo que me dé la real gana, (¿mas monarquía?). Una ducha en mi cuarto de baño y a dormir de nuevo en mi cama, con mi mujer.


Miles de kilómetros hasta esos caribes hacen muchos madrileños que no conocen el museo de El Prado pero yo con mi dinero no le bailo la gracia a la dictadura castrista.







2 comentarios:

  1. Teniendo playa en España, jamás se me ocurriría ir al extranjero. Lo que pasa es que muchos, por dárselas de "cosmopolitas", prefieren lo foráneo a lo local.

    ResponderEliminar
  2. Mira que eres cabestro, a Mari Pili lo que la pone y la hace hervir la sangre es el Caribe. Por lo menos déjala que se vaya ella sola, ya encontrará por allí alguien que la haga sentir ...

    ResponderEliminar

Rafa España YA NO publicará todos los comentarios.
Así que ten cuidado con lo que escribes, me reservo el derecho a dejarlo expuesto para escarnio.