PASOS DE PEATONES

Tengo delante del trabajo una avenida que he de cruzar varias veces al día. Que si al banco, que si a tomar café o a por cambio. La avenida en cuestión es recta, larga, ancha, con dos carriles para cada sentido. Bien señalizada y con semáforos cada cierta distancia.

Los peatones que quieren cruzar la calle disponen en cada semáforo de esos cajetines con botones para, esperando un ratito, el semáforo se pone rojo para los coches y se enciende el muñequito verde para los peatones.

Hay varias actitudes de afrontar el reto de cruzar la calle:

1.- La mía:

Tengo facultades de sobra para ver si viene un coche y si no viene ninguno, dar un brinco hasta la otra acera.

Sé que mi comportamiento es criticable. Que doy mal ejemplo a los críos, pero más deplorable me parece la actitud 2.

2.- Papás y mamás educadores:

Hay papás, mamás y abuelillos que con buena intención enseñan a los críos a mirar los muñequitos de los semáforos. Hasta ahí bien, pero en ocasiones veo que se ponen a cruzar la calle inmediatamente que se pone el muñequito en verde sin antes comprobar que los coches que vienen se han detenido adecuadamente.

3.- Los tocapelotas.

Para mí estos son los peores. Son individuos que se asoman para ver si vienen coches y como vienen dos o tres, se acercan al botón de PEATÓN PULSE pero se ponen a cruzar la calle a la primera oportunidad que tienen, sin esperar a que se les ponga verde el muñequito.

¿Qué pasa con este gesto? Que la siguiente oleada de coches que viene se encuentra con el semáforo en rojo y tienen que parar para que cruce el hombre invisible.

Veo en estos últimos una falta de sensibilidad cercana al cutre-progre. Van por la vida sin pensar en las repercusiones a terceros que sus actos puedan ocasionar. Son los pedigüeños del sistema. "Quiero los libros de texto de mis hijos gratis..." dicen sin querer caer en la cuenta que se los estamos pagando entre todos. Y así mil ejemplos más que todos vosotros sabéis de sobra en cuanto al comportamiento del progre. Primero Yo, luego Yo y después Yo... y a los demás que les zurzan.