jueves, 9 de septiembre de 2010

CANTABRIA-SANTANDER




Rafa España vió la luz en diciembre de 2008. A las tres semanas publiqué "A ver si hablamos bien", comentado por Al Neri .
El caso es que el 6 de este mes en curso recibo por correo electrónico un comentario puntualizando sobre alguna inconveniencia que dije en el post. El correo tiene una serie de documentos adjuntos, en su mayoría recortes de periódicos.
Reproduzco de nuevo el texto íntegro de la entrada y del correo recibido para que, por favor, intervengáis en el debate y me aclaréis las ideas.


Dios quiso que fuera a nacer en uno de los mejores sitios del mundo donde le pueden parir a uno. En España. Nuestro clima, nuestra estratégica situación geográfica, gastronomía, nuestra HISTORIA...La inmensa mayoría de españoles de mi generación (Tengo ahora 42 años) ha gozado de lo que la inmensa mayoría de habitantes del planeta tierra, ha carecido: Agua corriente y de calidad en casa, buena alimentación, educación, un sistema sanitario hasta el momento envidiado por el mundo entero, ropa, juguetes... de todo.Pensad que solo uno de cada 5 personas en el mundo ha tenido la suerte de ir a nacer en un sitio donde estos bienes son "normales".
Pero además tenemos una joya sin igual, nuestro idioma, el ESPAÑOL, que mas la quisieran los suecos, los alemanes, los franceses para sí.
Pues con todo esto, tenemos una cuadrilla de indeseables separatistas, que no entiendo porqué no se sienten orgullosos de pertenecer a esta gran nación. Sus cabecillas les imponen los idiomas regionales en detrimento del idioma común, para borrar en sus súbditos cualquier vestigio de españolidad, y terminar aborregandolos del todo.
Es lo que hay. Pero para los que amamos a España, no podemos dejar que invadan el ESPAÑOL. Me refiero porqué cojones tenemos que asimilar en castellano el nombre de las ciudades españolas, que tienen nombre en español, y denominarlas en el idioma regional.
Esto es "A Coruña", "Gasteiz", "Lleida", "Donosti"...¡¡Pero si en Español se dice La Coruña, Vitoria, Lérida, San Sebastian...!!
En español no hemos asimilado London, München...Decimos Londres, Munich...
Desde aquí hago un llamamiento para no volver a decir Donosti, (San Sebastian)LLeida (Lerida), A Coruña (La Coruña), Girona (Gerona)...etc.
Recuperar el nombre de la provincia de Santander y olvidarnos de ese invento de "Cantabria".
Y muy importante; Alava, Guipuzcoa y Vizcaya son las provincias Vascas, o mas exactamente Vascongadas. Que torpeza el haber asimilado como normal eso tan feo de "Pais Vasco" o mas horrendo todavía, "Euskadi". El colmo ya es eso de "Euskal Herría". Como mal menor, y por imperativo legal nos referiríamos como "comunidad autónoma vasca".
¿Que necesidad tengo de decir que en esas provincias de España se habal "Euskera" o "Euskara" que ni ellos mismos se aclaran?. En ESPAÑOL tenemos el término para denominar ese idioma. El "VASCUENCE".
Igual que nos han colado el término "Zulo" (Agujero), "Kale borroka"(Algarada callejera), "Abertzale"(Rojo separatista vasco)...
Por el bien de nuestro idioma, hablemos bien.


COMENTARIO DE AL NERI:

Por lo que tengo entendido hay localidades catalanas, vascas o gallegas que históricamente han tenido un nombre en idioma regional y que posteriormente ha sido castellanizado. En estos casos reconozco el derecho a que estos pueblos y ciudades sean llamados por su nombre primitivo en la Región correspondiente, aunque en el resto de España deberá utilizarse oficialmente la denominación en castellano, igual que se hace con "Londres" en vez de London.
Sin embargo, hay nombres de pueblos de estas Regiones que siempre estuvieron en castellano (se remontan a la Reconquista de las zonas mediterráneas, por ejemplo)y que en el siglo XX fueron adaptados al idioma regional por motivos políticos. Aquí en cambio yo soy partidario de que se imponga el nombre original, tanto en la Región afectada como en Madrid.
Lamento no ser capaz de poner ejemplos porque con tanta confusión me lío de cuáles son los nombres originales y adaptados, pero es tal como he contado sobre todo en muchos pueblos pequeños.

CORREO ELECTRÓNICO

Saludos.

Como cántabro, me ha ofendido ver tu blog. Me ha ofendido ver en tu página que afirmes sin ningún tipo de problema que Cantabria es un invento, que debemos recuperar un nombre que de verdad te digo que aquí causa pavor, como es eso de Provincia de Santander.

Tú te encuentras en Madrid, allí en tu fantástica Meseta, y con toda la cara del mundo te atreves a insultar a Cantabria, que para los cántabros es una cosa muy seria y que nos ha costado mucho recuperar.

Mira, en 1963, la Diputación Provincial de Santander (franquista entonces), 99 de los 102 ayuntamientos cántabros (franquistas entonces) , la Hermandad Nacional y Provincial de Alfereces y el Consejo Provincial del Movimiento acordaron por unanimidad que la Provincia de Santander tenía que llamarse Cantabria.No lo conseguimos entonces, lo conseguimos en la Transición, democráticamente y accedimos a que esto se llamara Cantabria.

Porque si eramos cántabros, si nos considerábamos cántabros, lo normal es que esto fuera Cantabria. Tú sigue en Madrid, en tu preciosa Meseta, con la mente aplanada, y hablando de temas en los que no tienes ni remota idea y pensando que esto es un invento.

Lee y aprende.

MARTES. 30 DE JUNIO DE 1931. EL DIARIO MONTAÑÉS.


LA VICTORIA DEL DOMINGO


Orgullosa puede estar la provincia de Santander por el magnífico espectáculo de seriedad y de ciudadanía dado el domingo pasado con motivo de las elecciones para las Constituyentes. Y al mismo tiempo pueden estar satisfechos todos los sectores que formando un frente único y desplegando una sola bandera dieron la prueba admirable de montañesismo, saliendo triunfante de las urnas la candidatura regional independiente, integrada por don Lauro Fernández y don Pedro Saínz Rodríguez. Sin protección oficial y con la simple neutralidad de los Poderes públicos, la candidatura regional independiente ha podido recoger a su alrededor millares y millares de voluntades que con el lema magnífico y admirable de Dios y Cantabria supieron mantener íntegros sus derechos y conservar para sus representantes el lugar que les correspondía. (...)
La tierra de Cantabria ha demostrado que no en vano es la patria de Menéndez Pelayo y José María de Pereda, en este momento histórico en que los intereses materiales y morales de la patria atraviesan una honda crisis. Fuerte, potente e indomable, el recio espíritu varonil de nuestra raza ha sabido decir a amigos y adversarios que en Cantabria las voluntades y las inteligencias no serán dominadas.
El pueblo de Cantabria tiene su voz en las Constituyentes. Sus derechos no serán hollados. La justicia de su causa será respetada. No enmudecerá en las altas asambleas. El alba de nuestro triunfo fue el amanecer brillante de un día glorioso para la tierra cántabra.
Hidalga Cantabria, Vieja Montaña, que guardas en tu seno los tesoros de un pasado esplendoroso y que conservas en tus hijos el espíritu valeroso que sabe lanzarse a lejanas tierras para conquistarse una plaza bajo el sol, supiste triunfar el último domingo en las luchas legales, y has sabido hacer respetar tu derecho a conservar incontaminado tu pensamiento y tu razón. No olvides, pues, lo que sellaste el domingo, la paz con tus hermanos, la unión de todas las voluntades, cuando éstas no tienen otro fin que el bien; la firme afirmación de que Cantabria tiene en los peñascos de sus montañas grabados indeleblemente la Cruz del Redentor,(…).
Cantabria redimida, ya que no estará sujeta más a las veleidades de los defensores del Poder. Cantabria católica ha sabido afirmar que mientras en nuestra tierra haya espíritus montañeses que amen y respeten a la Montaña, la fe de nuestro pueblo no morirá.



Capitulación que la Junta General de la Provincia de Cantabria establecida en la Ciudad de Santander propone al Sr. General en Jefe del Ejército Francés que viene por el camino real de Reinosa:
1ª. La Provincia de Cantabria representada por una Junta General habiendo sido forzada por el Pueblo a tomar las Armas en su defensa, vuelve a reconocer al presente Gobierno de Madrid, y quiere seguir la LeyGeneral de la Nación Española.
2ª. Pide al Sr. General del Ejército Francés un olvido de todo lo pasado; Indulto general y particular de todas las personas en la Provincia sin excepción; la conservación individual de todas las propiedades, de todos los empleados militares y civiles en sus respectivos servicios.
3ª. Ofrece contribuir eficazmente a que se desarmen todos sus naturales.

4ª. Y para que el pueblo no abuse otra vez de la fuerza pide al Sr. General una guarnición de mil hombres en Santander.
Para entregar esta capitulación a nombrado la Junta a Don José María Gutiérrez de Palacio, Caballero de la Distinguida Real Orden de Carlos III, y Maestre de Ronda, a D. Francisco Sayús, Cónsul primero del Real Consulado de esta Ciudad, y al Caballero Oficial de las tropas del país, que se preste a esta diligencia.

Santander y Junio 21 de Junio de 1808. Firmado. Por los Señores individuos, que constan del oficio precedente, y por otros de la Suprema Junta.







2 comentarios:

  1. Creo que el nombre de Cantabria tiene resonancias históricas suficientes para admitirlo como definición de una zona geográfica, lo mismo que el de "La Montaña", también utilizado en las crónicas; no tanto como definición de una circunscripción política, como es la provincia, que viene de la mano de los Borbones ya en el siglo XVIII.

    En todo caso, el señor de mente picuda -por seguir su símil de meseta igual a mente plana- podría dejarse su accidentada orografía neuronal en estado de reposo -bájese a la playa, hombre, y tómese un baño- y decir las cosas con algo más de educación.

    No se altere tanto, buen hombre. ¡Ni que le hubieran llamado cantabrón!

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  2. Es verdad. En Cantabria, que se diga "Santander" para referirse a Cantabria jode bastante.

    Aquí siempre estuvo claro. Santander es una ciudad la cual es capital de la Provincia de Cantabria, hoy Comunidad Autónoma.

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Rafa España YA NO publicará todos los comentarios.
Así que ten cuidado con lo que escribes, me reservo el derecho a dejarlo expuesto para escarnio.