ABORTO SELECTIVO

Gema es una mujer gaditana que hace cuatro años esperaba su primer  hijo. Gema tenía entonces 33 años pero perdió su hijo en gestación por ser un embarazo ectópico. Aquel aborto conllevó la pérdida de la trompa de Falopio derecha. Así Gema tenía muchas menos posibilidades de volver a quedarse embarazada.

Decidió someterse a tratamiento de fecundación in vitro pero lo más que alcanzó a tener fueron siete intentos de embarazo frustrado.

Finalmente, en 2011 consiguió quedarse embarazada al octavo intento. Esta vez traía gemelos, también por procedimiento FIV, aunque, cuando estaba de 20 semanas, en el hospital le dijeron que el segundo feto de los dos que tenía, padecía una cardiopatía fetal grave, denominada 'truncus arterioso', una cardiopatía que, según los médicos, hacía que el feto fuese inviable. 

Gema "solicitó" un aborto en este gemelo, siendo autorizado por el Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar para que le hicieran el aborto en una clínica privada de Sevilla concertada con el SAS.

Y así lo hicieron.

Cuando días después fueron al hospital para ver cómo iba el embarazo, una ecografía constata que el feto número dos, el que quedaba, tenía un mayor desarrollo gestacional y además tenía un corazón "macroscópicamente patológico". ¡Habían matado "erróneamente" al niño sano!.

ENLACE A LA NOTICIA

Esta historia contrasta con otras dos historias que ya conté en este mismo blog hace tres años, pero que vienen al caso.

Conozco el caso de una mujer embarazada, que en una revisión de su gestación se detectó una patología en el feto. La malformación en el niño supondría la muerte de éste a las pocas horas de nacer.

Sencillamente, los médicos la "invitaron" a abortar. La decisión de esta mujer y su marido fue de tener al niño, a sabiendas de que sus expectativas de vida serían de apenas unas horas.

Llegado el momento del alumbramiento, lo tenían todo previsto y en el parto estaba presente el padre y un sacerdote,el cual se encargó de darle a la criatura el Sacramento del Bautismo. Así los padres dieron nombre a su hijo, lo acompañaron, lo tuvieron en brazos y estuvieron con EL hasta que, efectivamente, El Señor, finalmente lo llamó.

Particularmente pienso que entre "quitarse el marrón" de encima y hacer lo que hicieron estos padres, hay una gran diferencia a nivel moral.

No es un tema de libertad de la mujer. Es un tema de moral elevada o moral corrompida.

Un segundo caso dedicado a los no creyentes. Gestación en semejantes condiciones que la anterior. También decidieron tener al niño, pues se informaron, que una vez hubiera nacido, y despues fallecido, podían regalar mucha vida donando los organos de su hijo.

¡Joder, que cojones! ¡Que decisión mas humanitaria!

En los dos casos, la pena que tienen las dos familias, es que, como ambos niños murieron antes de las 24 horas del alumbramiento, en los libros de familia no hay constancia de haber sido padres.(O eso creo. Si alguien me puede ratificar este punto, estaría muy agradecido).

Muy buenas las leyes.

El comentario recibido fue el de Rafael C. Estremera:
Es cierto: la actual legislación no permite la inscripción en el Registro Civil antes de las 24 horas del nacimiento.